EN TORNO A LA DIVULGACIÓN DE LAS ARTES

El arte es una necesidad social, tiene por prioridad el ser con la gente, esta conminado a salir de los cenáculos del hermetismo y el encierro, para que se cumpla de manera natural y sirva de afianzamiento de la conducta humana, de la que es consecuencia. Por eso es menester que se disuelvan los criterios de concentración de una idea, de un concepto, de un estilo; donde en una especie de laboratorio componen tipos de estéticas, gustos y propuestas, creando pequeñas parcelas con pretensiones de ser propietarias de una determinada verdad y producir situaciones excluyentes y alejadas de la realidad cultural y del fin ultimo del arte: El Público.

Hay que desmantelar la noción difícil del arte y romper con los estereotipos de que es para grupos especiales con privilegio para asimilar la belleza, el conocimiento, lo bueno y abolir los esquemas de que a la mayoría le gusta lo ordinario, lo pedestre, lo fácil. No es que el artista tenga que deponer sus intencionalidades, su manera de expresarse o sus contenidos, por que no es un problema de la creación o del creador, pues deberá haber distintas manifestaciones como quien proponga el arte haya, simplemente es una política de relaciones.

La difusión del arte en su estrategia tiene como contenido la educación, la información y el acto de hacer sentir a los participantes de una cultura que son integrantes, integradores e íntegros del arte en sí, una expresión que emana de lo mas genuino de la creación de un pueblo para el consumo de ese mismo pueblo, cuando digo pueblo me refiero a la humanidad entera. Entonces hay que flexibilizar las instituciones referidas a estos oficios y sacar el arte a las comunidades, a la vía publica y a todo lugar donde se concentren hombres y mujeres para realizarse.

Los medios tecnológicos, informáticos y telemáticos deben asumirse no como la panacea de la contemporaneidad, ni como el privilegio hedonista de quienes lo manipulan, pues la acción desbordada de la necesidad de conocimiento hace que traspase cualquier circunstancias de los especialistas, para unirse a las herramientas tradicionales sin forcejeos, sin traumas, sin complejos. Así con mas efectividad entregaremos códigos, descifraremos teoremas, abriremos estructuras y entraremos a saber de las formas y los colores, la música, la palabra, la imagen y el movimiento desde sus aspectos sutiles, analógicos, intelectuales y sensibles en la elaboración y lectura de símbolos a los que todo ser humano tiene derecho por mas complicados que estos sean. El arte como vida es un acto de libertad.